Ojo de Gato: Chapo equitativo

Guillermo Manzano

La ‘fuga’ de Joaquín Guzmán Loera (a) El Chapo, muestra que es equitativo o, por lo menos, mide con la misma tabla a los gobiernos panistas y priistas: ambos ineptos. Además demostró quién tiene realmente el poder en este país.

     Ya se ha escrito mucho y se escribirá más de lo ocurrido este fin de semana. Pero no hace falta tanto análisis para saber las causas de esta nueva evasión del Chapo: la corrupción y podredumbre de las instituciones públicas del país. No hay más ni hay por donde buscar. Vivimos en una Estado fallido. Nos guste o no.

     Las elucubraciones que se hagan sólo serán distractores para el público. No aceptarán lo evidente. La clase política mexicana es frívola y cleptómana. No les preocupa el país ni sus habitantes.

     Por supuesto que escucharemos dislates de ‘la oposición’. Pero sólo es para llevar agua a su molino. ¿Acaso ya se les olvidó que todos viven del erario?

     Lo que mostró el Chapo es el poder que tiene y que es superior al del Estado Mexicano. No importa qué partido gobierne ni la composición ‘plural’ del Congreso de la Unión. El tipo tiene el poder para subirse en ellos y decirnos quién es el que manda.

     El penal ‘de alta seguridad’ del Altiplano fue ‘hogar’ de Raúl Salinas y otros connotados delincuentes, pero ninguno hizo lo que el Chapo y eso, eso es poder.

     Ahora lo que viene es tirar más dinero ‘para fortalecer nuestro sistema de seguridad y luchar contra la delincuencia’. Dejando de lado lo importante para nosotros: los servicios de salud, educación y generación de empleos.

     El Chapo lo cálculo bien y hace que Enrique Peña quede en ridículo en su tour por Francia. Es un mensaje a la clase política, según palabras de Edgardo Buscaglia, director del International Law and Economic Development Center e investigador principal en Derecho y Economía en la Universidad de Columbia en Estados Unidos. En entrevista con el portal informativo sinembargo.mx dijo:

     “Hubo una negociación para que ‘El Chapo’ fuera a la cárcel como el caso de John Gotti, en Estados Unidos, esta gente se fuga cuando los términos que llevaron a su captura no se respetaron y es factible que esta fuga responda a que no se respetaron los términos del acuerdo, hay indicadores de un acuerdo desde la forma en la que se le capturó: con un aparato mínimo de seguridad”.

     “Esto representa la esencia de la corrupción política mexicana, se ampara, crece en la política, en todas las corporaciones encuentra segmentos de protección, pedazos del Estado que lo protegen aunque haya estado en una prisión de máxima seguridad y por más que haya sido certificado por Estados Unidos”.

     ¿Nos asombra? No creo. Basta ver los dispendios en las campañas políticas de cualquier tipo para darnos cuenta que la clase política mexicana tiene nexos con la delincuencia organizada. Pero además, son los barones del crimen los que verdaderamente gobiernan este país. Ejemplos sobran y en Veracruz nos pintamos solos.

     Pero bueno, entre los líos maritales de Peña y la Gaviota, la Copa de Oro y el fracaso de la selección de futbol, las evaluaciones educativas y los amagues de Televisa contra el magisterio disidente, lo del Chapo sólo es la cereza en una pastel de copro…

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