Ojo de Gato: Evaluemos

Guillermo Manzano

Días previos a los recientes comicios federales, la Secretaría de Educación Pública informó que se suspendía el proceso de evaluación al personal docente ‘de forma indefinida’. De inmediato las protestas de los grupos empresariales afines a Televisa levantaron la voz. Hubo eco en algunos imbéciles que mediante sus cuentas de redes sociales trataron de hilvanar un enunciando: murieron en el intento.
    Los empresarios cobijados en el membrete ‘Mexicanos Primero’ promovieron un amparo en contra de la disposición oficial. De inmediato tuvieron respuesta positiva. Después el secretario de educación dijo que la suspensión ‘había sido una medida táctica’.
    El magisterio nacional será evaluado, pero lo que no será sometido a ningún proceso de evaluación son los contenidos y programas institucionales. Tampoco las condiciones en que se encuentran los planteles educativos, ni el contexto socioeconómico y cultural de las familias cuya prole acude a los diversos planteles públicos.
    Se da por hecho que todas las escuelas son iguales y su alumnado también, así como el trabajo magisterial es similar en todo el país. No importa si es una zona controlada por el crimen organizado, de pobreza extrema o sólo sea un centro escolar con todas las condiciones que el gobierno dice que tienen, pero de las que en realidad carecen.
Comunicación Social Gobierno de Veracruz

    Los dueños y conductores de Televisa están de plácemes porque de nuevo se hace lo que quieren. Pero ya que son tan estrictos con el trabajo docente, ¿por qué no evalúan los contenidos de sus programas televisivos? Y los medios impresos, radiofónicos y virtuales, ¿por qué no someten a evaluaciones de calidad a sus redactores, reporteros y demás empleados?
    En el primer caso se puede hablar de los contenidos de programas como ‘la Rosa de Guadalupe’ o los que conducen Laura Bozzo y Marco Antonio Regil, por poner sólo unos ejemplos. 
    Qué decir de los merolicos con micrófono frente a su boca que son capaces de reproducir 60 pendejadas por minuto, de plagiar información de la internet, de dar consejos sentimentales, morales,  éticos y astrológicos.  Y de los que se dicen ‘periodistas’ y desconocen el alfabeto y sus posibilidades de combinación lingüística.  ¿De verdad saldrían exitosos de una evaluación de calidad?
    Estoy seguro que no. La ‘preocupación’ de los empresarios por tener una mejor educación pública en México es falsa. Ellos y ellas saben que si logramos sacar del analfabetismo a nuestra población, si logramos que todo el alumnado tuviera un pensamiento crítico y propositivo, simplemente sus niveles de audiencia caerían bajo cero.
    Esos barones del dinero sólo buscan mostrar quienes son los que mandan en México. Su único interés es tener más ganancias en sus respectivos negocios. Que persista el atraso educativo, las desigualdades, el analfabetismo funcional e incubar un cerebro ‘bonzai’ en las nuevas generaciones. Eso es todo, pero no lo dicen. ¡Cobardes!
    En contraparte los gobiernos estatales y federal se prestan al juego e intereses de Televisa. Todo con tal de no ser exhibidos ‘en cadena nacional’ de sus corruptelas, de sus homicidios, de sus excesos.  Por eso no dicen que en el nivel básico y medio superior la calificación mínima es de cinco. Que los docentes están impedidos legalmente a reprobar, ‘porque se debe abatir la deserción escolar’.
    Obligan a la mediocridad porque así le conviene a los dueños del país. Nuestro sistema educativo es un fracaso, pero no por culpa de los docentes, sino de los gobiernos.
    La evaluación viene, pero ellos y ellas no serán evaluados…
   



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