Ojo de Gato: Tierra de nadie


Guillermo Manzano

En la ciudad de nadie del estado de ‘no pasa nada’ seguimos jodidos. La semana pasada la Coordinadora de Asesores y Enlace Gubernamental del Ayuntamiento de Xalapa, Diana Santiago Huesca,  se pasó la ley por el arco del triunfo. Sin pudor alguno aceptó que condujo su vehículo en sentido contrario. Eso sí, dice que no lastimó a nadie, aunque las fotografías muestran lo contrario.
    Para que no quede duda que  Diana Santiago es una de las favoritas del poder municipal, comunicación social del ayuntamiento remitió ‘las disculpas’ de la funcionaria: “porque como ciudadanos y servidores municipales somos los más obligados a cumplir con las leyes y reglamentos de vialidad”. Dicen que dijo la señora.
    ¿ Y si está obligada a cumplir y respetar la ley, por qué se utiliza personal público para cuestiones personales? Es decir, ¿Comunicación Social del Ayuntamiento está para ‘aclarar’ delitos privados?
    “Cumpliendo con su deber, la oficial de Tránsito del Estado me marcó el alto, me explicó que no podía yo circular en ese sentido y luego se me impuso una infracción, la cual pagué de inmediato, tal y como lo marca la normatividad”. ¿Acaso tiene problemas mentales que hay que explicarle que NO SE DEBE CIRCULAR EN SENTIDO CONTRARIO? Ahora se entiende por qué el municipio es un caos. Si a la coordinadora de asesores ignora las más elementales normas de vialidad, ¿cómo resolverán el problema y caos vehicular?

    Lo bueno (lo escribo con sorna) es que la funcionaria aceptó su culpa y se le aplicó una multa de ¡32 pesos! Al menos eso dice el comunicado oficial.
    Lo grave de este asunto es que al actual ayuntamiento le quedan tres años y meses de gestión. Tiempo que padeceremos las ineptitudes, ocurrencias, desatinos y la prepotencia de los funcionarios. Hombres y mujeres que cobran de nuestros impuestos.
    Xalapa no merece al presidente que tiene. Menos merece personas como la mencionada funcionaria. Tenemos un Cabildo de ornato. Integrado por mafias locales y familiares que se han enquistado en el erario municipal desde hace varios años.
    Legalmente no podemos hacer nada. Somos una ciudadanía indefensa. Por supuesto que no podemos esperar a que renuncien o a que el alcalde corra a la gente que no sirve y sólo se sirve.
    Desconozco el o los compromisos que tenga el edil con la señora Diana Santiago. Quien por años regenteó una asociación estatal de padres de familia. Después la hicieron presidenta del PRI en Xalapa y ahora coordina a los asesores. ¿Imagina Usted el perfil intelectual de los subalternos de la señora Santiago Huesca?
    Desde el palacio municipal movieron ‘hilos’ para que el olvido se haga cargo del ‘error’ de la funcionaria. Pero no debemos olvidar ni dejar que pase una más. Ni de ella, ni de nadie. Porque el que calla otorga y muchos no le otorgamos ni el beneficio de la duda. Ni a ella ni a sus pares que cobran de nuestro dinero.
    Pedirles dignidad es predicar en el desierto. No pidamos, exijamos que hagan su trabajo. Mostrémosle nuestro repudio. Nuestro desprecio por su prepotencia, arrogancia y carencia intelectual. No más. No menos.
   
   

   



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