Ojo de Gato: Perro si come perro


Guillermo Manzano

Lo exhibieron en ‘cadena nacional’. No tuvo tiempo ni de montar en su caballo. No terminaba la emisión del noticiario cuando ya estaba despedido. Corrido. Apestado por haber recibido dinero de La Tuta. Hasta ayer fue corresponsal de Televisa en Michoacán. Eliseo Caballero cayó. Uno más a la cuenta del señor de los templarios.
    El caso de Caballero no es único. Hay miles de ‘periodistas’ que difícilmente podrían comprobar sus ingresos. Que gastan más de lo que ganan. Se les ve en autos de lujo, restaurantes, bares y casinos. ¿De dónde obtienen tanto dinero que derrochan? Por supuesto que no todo proviene del narco o del crimen organizado. La fuente principal de financiamiento de estos ilustres son las oficinas públicas.
    Indigna la actitud del ex corresponsal, porque mientras a unos los matan, a él, lo premia el crimen organizado. Dudo que Televisa ignorara lo que hacía su ex empleado. Lo que les molestó es que haya sido exhibido por una de sus principales críticas. Eso si les duele. Lo demás es escenografía. Porque al ‘periodista’ de marras no le afecta en su economía que lo hayan despedido ni tampoco le ‘congelaran’ sus cuentas bancarias.
    Mientras José Manuel Mireles está en la cárcel, los amigos del sistema gozan de libertad. ¿Qué espera el comisionado Castillo para actuar contra Eliseo Caballero? Pregunta ociosa pero necesaria.

    Parece que no tenemos para donde movernos. Los buenos y los malos. Los policías y ladrones. Los estadistas y los criminales. Todo es un pleonasmo en México. Todo es mentira. Todo es una porquería.
    El poder en México es una mala analogía del Rey Midas. Lo que toca, corrompe. A donde volteemos la podredumbre aflora. Lo que vimos ayer fue un remix de la videoteca particular de La Tuta. Sin duda alguna seguiremos viendo más grabaciones. ¿A quién nos falta ver?
    Ahora la empresa de televisión no puede decir nada como lo hizo con ‘sus falsos empleados’ detenidos en Nicaragua. Ahora no podrá defenderse porque su mismo ex trabajador aceptó lo inocultable. Pero esto sólo es una punta de la enredadera. Debe haber más. El asunto es que La Tuta sabe por qué y a quién exhibir. Digamos, que él tiene la sartén por el mango y eso lo saben quienes deben de saberlo.
    El asesor de imagen y estrategia mediática cayó en su trampa. Algo debió pedir. Algo debió molestar a su verdadero patrón. Algo dijo o hizo que molestó al señor de los templarios para que haya prescindido de él. Así, como pañuelo desechable quedó Eliseo Caballero.
    De menor valía es el socio de Caballero, un tal José Luis Díaz Pérez, dueño de una agencia de noticias local. Es posible que no sean los únicos ‘periodistas’ en la nómina templaria. Debe haber más. Cosa de tiempo. De sentarse a esperar como cae la fruta del árbol. No olvidemos que estamos en otoño. Las hojas caen por sí solas.
     Sirva la lección de Michoacán para los locales de Veracruz. No sea que un día los veamos y escuchemos ‘en cadena nacional’. Sobre todo para esas mutaciones entre humanos, cerdos y loros que sólo repiten loas sin parar.
   
     

    

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