Ojo de Gato: ¿Para eso sirve el pacto?
Guillermo Manzano
En menos de 24 horas que se
ratificó y amplió ‘el pacto por México’, el cobre salió a relucir. La saliva, las fotos, la difusión en medios
electrónicos no pueden ocultar la realidad. Ahora fue el Consejo General del
Instituto Federal Electoral (IFE). Sus consejeros se ‘declararon incompetentes’
con relación al ‘Caso Veracruz’. El mismo que puso ‘en riesgo al pacto’. No
basta lo que todas y todos vimos y escuchamos. No. Los consejeros se
autodefinen: incompetentes. Escudados en su corsé legal prefieren dejar pasar
la bola. Ya habrá otros que se quemen. Que ellos hagan el trabajo.
Una
lástima que unos cuantos individuos tire la poca credibilidad que alguna vez
tuvo el órgano electoral. Nada que moleste ‘al señor de Los Pinos’. Nada que
ponga en riesgo el control territorial y político del país. Esas parcelas que
dicen son suyas. Nada que ponga en riesgo al PRI. Total, que sea las instancias
judiciales las que resuelvan. No importa que el delito sea electoral. No
importa. Total, los emolumentos justifican todo. Incluso, la ignominia.
De
nueva cuenta otra burla para la ciudadanía. De nueva cuenta la indefensión ante
las instituciones públicas. De nueva cuenta la impunidad. Plena. Total.
Incondicional. ¿Así nos piden el voto?
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Foto: Eduardo Miranda. Tomada del portal de la Revista Proceso |
Quienes
vivimos en Veracruz añoramos la justicia. No la ley. Hace mucho que somos
rehenes de los partidos y los políticos. Nuestra voz no se escucha. Nuestra
presencia no se ve. Sólo somos carne de cañón. Pagadores de impuestos.
Bisutería del tianguis electoral. Cifras en sus cuadros estadísticos. Número
que mueven acorde a sus algoritmos. No más. Sólo eso.
Si
alguna esperanza quedaba de romper el feudo, hoy quedó cancelada. Los funcionarios
‘despedidos’ disfrutan su libertad. Se preparan para delinquir en el proceso
electoral. El camino está franco. Hay visto bueno.
Pero
que no se sientan tan seguros. Que no crean en su suerte. Que no piensen que
las despensas, el apoyo asistencial, el boletín y los amanuenses borraran de
nuestra memoria lo que son. Lo que han sido. Que sigan en su burbuja. Que sigan
el festejo. La verdad no es hija de los gobiernos. Lo sabemos. En ella
trabajamos.
Ahora
nos toca la resistencia. Pacífica. Quietos que nos movemos. Hablar, informar,
difundir. No quedarse callados. Que esas voces que no quieren oír les llegue
con los decibeles suficientes a sus oídos. No para que nos hagan caso, sino
para que sepan que no somos zombis. Que hay ciudadanas y ciudadanos que
trabajamos por un país que es nuestro. No de ellos, aunque eso crean.
El
Consejo General del IFE, los partidos, los pactos, los políticos sólo muestran
que en México la ley y la justicia se negocian. No se cumplen. Ya habrá tiempo
de parafrasear al poeta y preguntarles: ‘de qué se ríe señor ministro, de qué
se ríe…’
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