A Pie de Calle: criminalización del fumador
Guillermo Manzano
Fui
invitado (como fumador consuetudinario) al programa de análisis ‘A fondo’ para
compartir ideas con la ex secretaria de salud y una de las promotoras de la ley
Para la protección de los No Fumadores del Estado de Veracruz, Edith Rodríguez
Romero. Ana Laura, titular del programa modera la mesa.
Por
supuesto que no iba a ponerme de ‘abogado del diablo’. En principio comparto la
idea de ‘proteger’ a quienes no fuman, pero también exijo que se respeten los
derechos de los fumadores.
El
caso es la ley de marras, la número 327 publicada el pasado 12 de enero, es un
galimatías. Parece tarea de párvulo. Algo así como ‘copia y pega’.
Generalidades, lugares comunes, contradicciones y, la perla: sustituye a una
ley del mismo nombre expedida el 28 de noviembre de 2007 y que fue, según la ex
funcionaria con la que compartí mesa, ‘letra muerta’ porque el Gobernador de entonces
no ordenó la publicación del reglamento para implementar dicho mandato legal. Entonces
partíamos de una omisión que se quiere enmendar casi cuatro años después.
Como
todo posible afectado en potencia por la nueva ley, puse especial atención en
las prohibiciones y sanciones a las que estoy expuesto o puedo exponer a los
dueños de comercios, restaurantes, hoteles, cines y demás lugares cerrados.
Aclaro: hace muchos años que en Xalapa no se fuma en lugares completamente
cerrados ni en el servicio público de transporte. Aunque los ‘hacedores’ de la
ley, lo ignoren.
A
los dueños de establecimientos que no cumplan lo ordenado se les aplicará
multas de mil a cuatro mil salarios mínimos. Algo así como 200 mil pesos. Y si
vuelven a ser multados, se les clausura el changarro.
Por
supuesto que para aplicar tan justo ordenamiento legal, la autoridad contará
con el apoyo de los no fumadores o de cualquiera que quiera joder al prójimo.
Sí, porque se establece en los artículos 39 y 40 la figura de la ‘Denuncia
Ciudadana’, la cual permanecerá en el anonimato. Algo así como hace la
Procuraduría General de la República en el combate al crimen organizado.
En
el caso del fumador, si se niega a apagar su cigarrillo (o dicen que se niega)
tendrá, en primer lugar sanciones administrativas ‘de acuerdo a los daños que
se hayan producido o puedan producirse en la salud de las personas (Artículo 45
Fracción I)’. ¿Cómo determinarán ese ‘daño’ por haber olido una bocanada de
humo?
Y
si el fumador no hace caso, se podrá incluso llamar a las ‘fuerzas del orden’ y
pasar detenido en la cárcel 36 horas. Todo por un cigarro de tabaco, ¿Cuánto se
pasa en la cárcel por un carrujo de mota? Nada. Ni un minuto, porque se es
consumidor no traficante.
Lo
curioso es que Edith Rodríguez, reconoce que hasta que no se publique el
reglamento y se conozca el contenido nadie sabe a ciencia cierta cómo se
aplicará la ley. Esto, en la creencia y como acto de fe, que se llegue a
publicar. Porque a final de cuentas, el Gobierno Veracruzano y sus Poderes
están más interesados en legislar cuestiones perimetrales que en afrontar los
problemas reales de deuda, inseguridad, corrupción y demás lindezas que se han
dado a conocer en las últimas semanas.
Mientras
las buenas conciencias inician su cruzada contra el consumo de tabaco, los
fabricantes de bebidas embriagantes siguen patrocinado equipos deportivos, ‘fiestas
populares’, bailes, se anuncian en la televisión abierta y más. Quizá por un
cigarrillo motive al individuo a la reflexión e invite al mundo de las ideas,
cosa que con el alcohol difícilmente puede hacer. Aunque después de todo, a
quién le interesa una opinión cuando el mundo se ve… A Pie de Calle
Foto: Estela Casados
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