Ojo de Gato: Teatro abandonado: (Guillermo Manzano)

Hace un año reinauguraron el teatro J.J. Herrera. Con bombo y platillo, el entonces gobernador y el ex alcalde anunciaban la inversión y los múltiples beneficios que daría el recinto. Un millón 300 mil pesos del erario costó la reparación. Le cambiaron el nombre y, para estar a tono con el momento, fue rebautizado con el pomposo nombre: Teatro de la Ciudad ‘Bicentenario’.
Se informó que el espacio sería para la presentación y difusión de las artes escénicas. Por tal motivo quedaba, mediante comodato, en administración del director teatral, Manuel Montoro y del escenógrafo y artista plástico, Guillermo Barcklay. Empero, no existe en los archivos municipales ninguna sesión de Cabildo en la que se autorizara dicha cesión de responsabilidades. Tampoco copia del documento entre el Ayuntamiento y los citados artistas para usufructuar el inmueble. ¿Quién tiene la llave del teatro?
El teatro fue cedido al Ayuntamiento xalapeño en 2009. Durante cinco años estuvo cerrado al público. La remodelación fue posible –según notas difundidas el año pasado- por la intervención y gestión del teatrista oriundo de Tamaulipas, Refugio Hernández. En enero del año pasado, la periodista cultural Alejandra Serrano citaba al gestor del rescate: ‘Mi gestión con el (J.J.) Herrera termina el día de la inauguración, por supuesto me preocupa como teatrista el destino del teatro (J.J.) Herrera. Mi última aportación será que la gente sepa que dejé mis sugerencias para la administración del teatro, en las cuales no estoy descubriendo nada, simplemente es lo que para cualquier teatrista sería lógico. También dejo todas las solicitudes para el teatro que me hicieron llegar, espero que se respete’.
Entre las sugerencias que Refugio Hernández dejaba para los administradores del Teatro de la Ciudad, destacan: que no sea utilizado para mítines políticos, para graduaciones y festivales escolares, que no se utilice para ensayos, quien lo administre sea promotor cultural, que mantenga una actividad permanente y que tenga un constante y sistemático mantenimiento de las instalaciones y equipo.
Por supuesto que dichas sugerencias y el inmueble están en el olvido. Ni la administración pasada ni la actual han hecho lo necesario para hacer funcionar al teatro, ni a políticos, ni a escuelas y muchos menos, a la actividad teatral.
Llama la atención el olvido que mantienen las autoridades municipales por el teatro, inmueble que fue rescatado en el gobierno de Rafael Hernández Villalpando (1998-2000), trienio en que gozó de vida y actividad en las artes escénicas.
No es secreto que los ayuntamientos de la capital carezcan de políticas culturales públicas, debido al confort que propicia la actividad cultural de los diversos grupos de la Universidad Veracruzana y del Gobierno del Estado. Hoy se cumple un año y quienes gustamos y degustamos de las manifestaciones escénicas, seguimos en espera de que el citado foro y las decenas que existen en la ciudad sean utilizados por grupos independientes, profesionales y escolares que cohabitan en esta cada vez extinta ‘Atenas Veracruzana’.
No se puede olvidar que hace un año, en la ceremonia de reinauguración, estuvo presente la actual alcaldesa de la ciudad. Ella sabe cómo y por qué se rehabilitó el recinto. Ella es ahora la responsable de hacerlo funcionar o de sumarse a la lista de gobernantes que poco o nada hacen por la vida cultural de Xalapa. ¿Quizá el fomento y difusión de la cultura no sea una prioridad en su gobierno? Quizá, sólo quizá.

Comentarios

  1. "Quien no conoce su historia está condenado a repetir sus errores"
    felicidades memo, mas espacios como estos.

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