Mariela Valencia, un ejemplo de superación





Por Lorenzo Franco Aranda

A sus 21 años, Mariela sueña con ser una gran escritora.

Por ello, desde el paradisiaco Catemaco escribe artículos periodísticos y redacta lo que será su segundo borrador, después de concluir su libro inédito “Sueños de un Ángel”.

Las limitaciones físicas, producto de una malformación congénita, no le impiden comunicarse por escrito y ahora, también con un ingenioso programa que convierte en voz lo escrito en su computadora portátil.

Mariela -Maya, como cariñosamente la llaman sus familiares y sus amistades- es vivaz, nada tímida y amiguera como cualquier otra chica de su edad.

Y Sara María no sólo es su comprensiva madre e incansable maestra, sino su mejor amiga y ahora condiscípula, pues ambas concurren cada sábado a San Andrés Tuxtla para cursar la carrera de Psicología de la Educación en el sistema abierto del Instituto Veracruzano de Enseñanza Superior (IVE)

En este entorno social, Mariela ha encontrado el mejor nicho para el desarrollo de sus logros y sus aspiraciones, como fue un reciente encuentro amistoso con la presidente del DIF estatal, Karime Macías de Duarte.

La esposa del gobernador no sólo quedó encantada de conocerla, sino le prometió ayudarla a alcanzar sus sueños de convertirse en escritora, para que a través de sus libros otros conozcan su infinita filosofía de amor a la vida a través de la superación personal.

Maya y su empeño tenaz para integrarse socialmente

Con el interés periodístico de conocer a esta joven promesa de la literatura veracruzana, la entrevistamos en su hogar materno donde funciona una estancia infantil de SEDESOL.

Ahí, Maya convive diariamente con los pequeños que son custodiados y educados por su paciente mamá, de lunes a viernes desde las 7:00 hasta las 15:00 horas, mientras sus madres laboran.

“Mariela es gente de iniciativa y yo la he apoyado dentro de mis posibilidades, pues ella ha puesto mucho empeño en su aprendizaje, desde los conocimientos básicos de lectura y escritura en escuelas públicas donde cursó primaria y secundaria”, dice con satisfacción su mamá.

“Incluso, buscando una forma de expresión escrita para comunicarse con nosotros y con sus amistades de otras partes del país, Mariela aprendió a usar el teclado de una computadora portátil tocándolo con la punta de la nariz, pero ahora ha avanzado mejor con la adaptación de una diadema que con un lápiz sujeto, le da gran velocidad a lo que escribe, con bastante corrección.

“Cuando entregamos su primera colaboración al semanario Palestra de San Andrés Tuxtla, en diciembre pasado, con admiración su editor don Ramiro Gracia nos dijo que de hecho, no había tenido que hacerle ningún tipo de corrección, ortográfica de estilo.

Radicada en la ciudad de México, donde estudio la primaria, Mariela aprendió a jugar con dedicación y entusiasmo un juego llamado
“Boccia”, especial para personas con capacidades diferentes, que conjuga la inteligencia del ajedrez y la dinámica del billar.

Al respecto, recuerda: “Empecé a formar parte de una asociación deportiva -la ADDEPPAC- y tuve oportunidad de participar en las olimpiadas nacionales del 2004 en Tepic, Nayarit, donde obtuve el primer lugar en la categoría de mi deporte.

“Mis entrenadores decían que tenia un gran futuro en el deporte, ya que era muy hábil para ello y siempre obtenía los primer lugares en competencias.

“Esto me hizo muy feliz, pues me permitió viajar y conocer otros lugares nuevos, en compañía de mi madre y mis amigas.

“Claro que si tuviera la oportunidad, me gustaría seguir practicando el Boccia, pues aparte de ser un entretenimiento sano, te da la oportunidad de competir y destacar en esta especialidad”.

Orientación de una mamá con experiencia

Con más de dos décadas de atender a su hija con esmero y amor, Sara María Valencia cuenta ahora con el conocimiento para atender a niños con capacidades diferentes.

“Pues la verdad, las veces que me he encontrado con padres que tienen hijos con alguna discapacidad, he tratado de trasmitirles mis experiencias.
“Porque a veces siente uno que se le cierra el mundo y es cuando yo les digo que valoren a sus niños, por ejemplo cuando no pueden hablar pero pueden caminar.

“Les pongo el ejemplo de Mariela, que sin poder caminar ni hablar, se ha valido y ha cursado la primaria en una escuela de educación especial, pero la secundaria la hizo aquí en una escuela regular y la preparatoria en el IVE con su sistema abierto.

“Es cuando les digo a los padres que si no apoyan a sus hijos, ellos solos no salen adelante. También cuenta el respeto, la comprensión, el apoyo y la ayuda de sus compañeros de estudio o diversión.

“Yo considero que desde el kinder se debe comenzar a impulsar el aprendizaje. Hemos comprobado que los niños con discapacidad pueden aprender a la par que los demás.

En su caso, Mariela fue aceptada en el kinder de una manera espontánea, pese a ser un plantel para niños regulares.

“Por eso pienso que en las escuelas para educadoras o profesores de primaria debieran incluir como materia de enseñanza el trato a alumnos con capacidades diferentes, porque alguna vez les tocarán algunos casos ya cuando estén trabajando”.

Comentarios

  1. Me encantarà leer algùn escrito de Mariela, a quien Dios seguirà Bendiciendo, para que ella de Bendiciòn a otros. Excelente y cautivadora nota. Zoraida Arias (PERÙ).

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