Machos y muchas (Guillermo Manzano)

En un país con una tradición orgullosamente machista, da gusto escuchar palabras como las proferidas por el Cardenal Juan Sandoval Iñiguez. Aquí, en México, el macho es macho y el marica es marica. No hay puntos medios. ¡Quién se iba a imaginar que un hombre con naguas pusiera los puntos sobre las íes? Por supuesto, este debate es entre enaguados, porque los ministros de la Suprema Corte de la Justicia de la Nación (SCJN) también andan con ropa poco apta para un mexicano. Sólo que el Cardenal tiene la razón, porque es representante de Dios y los Ministros son unos pinches maiceados. Y eso abre una brecha moral incuestionable.
Además, el insigne e ínclito guía espiritual de miles de almas, puso en su justa dimensión a las mujeres que, en esta sociedad caótica y carente de valores, ya hasta se sienten con derechos y dizque son iguales a uno. No señor. Ya lo dijo el purpurado: la mujer sólo sirve para la reproducción. Diosito les dio el don del habla, pero para que nos pregunten qué queremos comer.
Cierto que ya estamos en el Siglo XXI y otro milenio, pero las buenas costumbres tienen que mantenerse siempre. Uno estudia y se entera de cosas que pasan por ahí y bueno, ya no se es igual que el abuelo, ya somos más open main, por eso uno está de acuerdo con la jotería, siempre y cuando no se metan con uno y no salgan de sus casas. Ahí no dañan. Además, que tomen el ejemplo de los siervos del Señor: sólo cojen en lo oscurito, para que nadie se de cuenta. Así deben ser estos muchachos y muchachas que se sienten muy modernos; ahí, en lo oscurito, que hagan sus cochinadas; total, así involucionarán moralmente. A ver, a ver ¿cuándo se ha visto que un niño tenga dos papás o dos mamás? Esa es una inmoralidad que ni las Sagradas Escrituras consignan. Ahí está el pasaje del perdón a la Magdalena. Está claro que es mejor una hija puta que un hijo puto. Lo dice la Biblia, ¿qué no?
Además, los machos, somos una especie en peligro de extinción y nadie nos ayuda. No tenemos apoyo de organizaciones internacionales, ni una comisión especial de la ONU, ni de nadie, solitos, nosotros nos enfrentamos contra la mayoría ignorante de nuestro pasado. Por eso, hombres como el Cardenal Iñiguez, merecen estar en la historia, junto a Hidalgo y Morelos –que, dicho sea de paso, también eran curas- por defender la idiosincrasia nacional. Hemos hecho aporte a la cultura. ¿Qué sería de la época dorada del Cine de oro sin las películas de machos?, El ‘Indio’ Fernández, era bien macho, por eso fue chingón. No que ahora, hasta decirles jotitos a los maricones ya es discriminación. Es la verdad. Por eso debemos de hacer una peregrinación en apoyo del Cardenal Sandoval y dos días de ayuno, elevemos nuestras oraciones porque él peligra por decir la verdad, ya se sabe que en este país no se puede decir la verdad, no hay libertad de expresión, estamos censurados por las fuerzas del mal y representantes del demonio, del maligno, de Belcebú que anda queriéndose meter en las mentes de nuestros hijos.
Yo apoyo al Cardenal, ya basta de tanta jotería. Los machos podemos hacer todo, ya lo dice la sabiduría popular: en tiempos de guerra cualquier hoyo es trinchera; y los machos, siempre estamos en el frente de batalla. ¡Quién se iba a imaginar!, que alguien que anda de mariquita con vestidos de mujer haya defendido a los machos de México. Dios se manifiesta en diversas formas. No hay duda, no hay duda.

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