En casa de la Progreso encontraron al menos 40 toneladas de basura

Diario de Xalapa

14 de agosto de 2010

Raymundo León

Xalapa, Veracruz.-En Jalisco 51, la casa de Oliverio Hernández, hay unas 35 toneladas de basura. Se necesitarán cuando menos cinco camiones recolectores para retirar los desechos acumulados en ese lugar durante 10 años. Las autoridades municipales retiraron, la mañana de este viernes, tan sólo del frente de la casa y de la banqueta, entre siete y nueve toneladas de desechos.

José Raúl Gómez, subdirector de Limpia Pública, y Víctor Hugo Cerón López, director de Protección Civil municipal, se presentaron en el lugar temprano por la mañana. Llegaron acompañados por el camión recolector de basura marcado con el número 341 y una cuadrilla de trabajadores. Además, hicieron acto de presencia elementos de la Policía Intermunicipal Xalapa-Banderilla-Tlanelhuayocan, del Sistema DIF Municipal Xalapa y de la Jurisdicción Sanitaria número 5.

Ahí, ante la expectación de los vecinos y la ausencia de Oliverio Hernández, el subdirector de Limpia Pública afirmó: "Como representantes del ayuntamiento de Xalapa, tenemos la personalidad jurídica para poder hacer el retiro de toda la basura que hay sobre la banqueta y el frente de la casa. Desgraciadamente, este señor Oliverio acumula residuos dentro de la propiedad, aquí es un asunto que ya está viendo la Dirección de Asuntos Jurídicos del ayuntamiento conjuntamente con Regulación Sanitaria para proceder a hacer el retiro total de la basura que esta persona está generando".

Acto seguido, comenzó la operación de limpieza ante la algarabía de los vecinos y la emoción de los niños.

Un viejo refrigerador fue a parar al camión recolector primero que todo. Después un mueble de una sala vieja. Siguieron bolsas llenas de desechos. Había decenas de botellas de vidrio y de plástico. El característico olor a basura inundó el ambiente apenas se empezaron a mover los desechos.

Cartón, papel, sillas de plástico, bolsas, ropa, vasos, todo fue a parar al camión recolector. Con el paso de los minutos y el trabajo incesante de los trabajadores de limpia pública se esperaba la presencia en cualquier momento de Oliverio, pero éste nunca llegó.

"En el día sale y llega a cualquier hora del día o de la noche. Quién sabe dónde andará ahora", comentaron los vecinos.

Una vez que el camión recolector estaba lleno, se dio la orden de que se comprimieran los desechos. Y siguió la recolección de manera incesante. En las protecciones de las ventanas y puertas había infinidad de bolsas amaradas, pelotas de todos los tamaños, algunas con poco aire aún y otras totalmente desinfladas. Cubetas de plástico de todos los tamaños y colores también fueron recogidas. Mesas y fragmentos de alacenas. Trozos de madera y mochilas, de todo acumulaba Oliverio.

Mientras los trabajadores de limpia pública del ayuntamiento recogían toneladas de basura, los vecinos aseguraron que en el interior de la casa hay ratas, arañas y cucarachas, miles de ellas. "Tantas que en muchas ocasiones hasta hemos organizado juegos con los niños de a ver quién mata el mayor número de cucarachas", dijeron.

Justo cuando un trabajador echaba una gran caja de basura al camión cayó una bolsa de plástico. Por el golpe del impacto se abrió y en su interior aparecieron tripas de pollo, de gato, que nadie supo decir qué animal, pero eran tripas y al olor característico de la basura se sumó el de las vísceras descompuestas.

El retiro de las toneladas de basura de la banqueta y el frente de la casa llevó varias horas. Hacia el interior del recinto sólo se pudieron retirar dos metros aproximadamente de basura que se veía desde el suelo y hasta el techo.

"No podemos ir más adentro porque necesitamos de un permiso, pero ya estamos en eso para dejar esta casa totalmente limpia de basura y eliminar el foco de infección que hay", aseveró José Raúl Gómez, y agregó: "La instrucción del alcalde David Velasco Chedraui es garantizar la salud de la población y la integridad física, ya que por los gases propios que genera la basura se puede registrar un incendio, como ya sucedió hace algún tiempo aquí mismo".

Desde las casas vecinas se aprecia la propiedad de Oliverio Hernández. Es una casa de dos pisos y varias habitaciones construidas sobre un terreno de aproximadamente 30 metros de fondo por 10 de ancho. Todas las piezas están llenas de basura del piso al techo y de lado a lado. Por ello, cada vez que llueve y de nuevo aparece el sol, el hedor de la basura es ya insoportable sin contar la molestia que ocasiona la propagación de ratas, arañas, cucarachas.

Diez años acumulando basura

Aproximadamente 10 años le ha llevado a Oliverio Hernández reunir las aproximadamente 35 toneladas de basura. El sexagenario no era así. Algunos de los vecinos lo conocen desde hace 30 años cuando llegó a vivir a la casa marcada con el número 51 de la calle Jalisco, en la colonia Progreso Macuiltépetl.

En esa casa, Oliverio vivía con su esposa, después nacieron dos hijas. Ninguno de sus vecinos supo decir en dónde trabajaba ni cómo mantenía a su familia, pero aparentemente era una familia feliz o cuando menos estable.

Nadie sabe qué pasó, pero un día, hace 10 años, Oliverio se quedó solo. Su esposa lo abandonó y se llevó con ella a las hijas que ambos procrearon. Al paso de los días pocos lo veían y nadie sabía qué hacía.

"Oliverio no es una persona violenta. Eso que dicen que es agresivo no es verdad porque nosotros lo conocemos. Es una persona muy tranquila y no se mete con nadie, el único problema que nos ocasiona es la acumulación de basura que tiene", dijeron los entrevistados.

Una de las hijas, según informes, debe tener unos 30 años y vive en Guadalajara; la otra, debe tener unos 25 años y radica en esta ciudad. Nadie proporcionó nombres de las mujeres. Esta hija menor visitaba hasta hace unos años a su padre, pero éste nunca le abría la puerta, por ello dejó de visitarlo, aseguran los vecinos.

Desde hace 10 años, Oliverio vive solo. Nadie lo visita. No habla pero sale todos los días a recoger basura que ha acumulado por toneladas en su casa.

El subdirector de Limpia Pública del ayuntamiento de Xalapa aseguró que la de ayer es la quinta ocasión que las autoridades acuden al llamado de los vecinos y reconoció que el de Oliverio Hernández es un problema añejo.

"Esto es un foco de infección, está generando problemas a las construcciones aledañas, puesto que hay propagación de roedores y otros animales e insectos, por ello solicitamos el apoyo de Regulación Sanitaria del ayuntamiento de Xalapa y de la Jurisdicción Sanitaria número 5", dijo.

El funcionario aseveró que se estará pasando de manera constante para recoger la basura que el dueño de la casa acumule, pero que al mismo tiempo se ha informado ya al Sistema DIF Municipal Xalapa para que se proceda a hacer un estudio de la personalidad de Oliverio.

La idea, comentó el funcionario municipal, es erradicar totalmente el problema, retirar la basura de la banqueta y del frente de la casa, pero también sacar todos los desechos que hay al interior de la vivienda y hacer un estudio para saber qué es lo que pasa en la cabeza del sexagenario.

"Lo que podemos apreciar a simple vista es que se trata de una persona que se dedica pepenar en la basura de la vía pública y lo que recolecta lo acumula en su casa. Se presume que esta persona está mal de sus facultades mentales, pero esto lo determinarán personas especialistas en este ámbito. Como quiera que sea, esto no se va a permitir ni aquí ni en ningún otro lado de la ciudad. Las instrucciones del alcalde David Velasco Chedraui son claras en el sentido de generar bienestar para toda la ciudadanía", aseveró el funcionario.

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