Ojo de Gato 55 (Guillermo Manzano)
La sucesión en el IVM
La designación de la nueva directora del Instituto Veracruzano de la Mujer (IVM) desató pasiones en algunos sectores de la población. Normal porque no deja de ser un espacio de poder, control, conciliación, manejo de presupuesto estatal y federal, gestión y proyección política; nos guste o no. La terna que será presentada al Gobernador parece confeccionada mediante acuerdos políticos y consensos. Dos candidatas ligadas al Poder Ejecutivo y una surgida de la academia, asociaciones civiles y, posiblemente, apoyada por ciertos sectores de la izquierda electoral.
El relevo de Martha Mendoza Parissi, militante del Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) en los años 80’s y por muchos años directora del Servicio Estatal del Empleo saldrá entre Edna Arrez Rebolledo, Mónica Mendoza y Estela Casados. La primera proviene del mismo cargo que antecedió a la actual directora, el Servicio Estatal del Empleo. El mérito de la segunda propuesta es o fue, haber sido colaboradora cercana de la presidenta municipal electa del Puerto de Veracruz. Por lo que la designación de cualquiera de las dos sólo sería una continuidad de la ‘fidelidad’ en la siguiente administración. Esto no quiere decir que sea malo o bueno, sólo es. Punto.
El caso de Estela Casados es relativamente sui generis. Egresada de la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana y con un Doctorado en Ciencias Sociales en el Área de especialización: Mujer y Relaciones de Género, por la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco es como el patio de mi casa: particular que se llueve y se moja como los demás.
Ella ha trabajado en diversos frentes civiles relacionados con la difusión, prevención y defensa de los derechos de la mujer; lo que la ha llevado a tener una experiencia labrada en la horizontalidad política, es decir, conocer los problemas desde abajo, directos, sin mediación ni maquillajes.
En los últimos tres años se desempeña, entre otras actividades, como docente de la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana. Es autora de diversos trabajos publicados y ponencias en participaciones académicas. En términos generales, puedo decir que su curriculum vitae es bueno. Pero ya sabemos que el trabajo en la administración pública tiene sus asegunes, ¿será suficiente su palmarés para continuar y mejorar el trabajo del IVM?
Si bien Casados cuenta con el apoyo y respaldo de varias organizaciones de la sociedad civil, no puedo dejar de mencionar que seguimos en lo que criticamos: el centralismo. ¿Acaso no hay más mujeres con los tamaños suficientes para dirigir el IVM?, ¿sólo hay en Xalapa y en Veracruz? Por supuesto esto no es problema de la postulada, pero si es problema de muchos y muchas que cuestionamos los ‘centralazos’ y, a veces, nos olvidamos de ellos cuando nos conviene y, acríticamente nos sumamos a la cargada por amistad, conveniencia o solidaridad.
Hago votos porque la designación de la nueva directora del IVM (por cierto, designación hecha por un hombre, aunque suene a chunga, es la realidad ya que es el Gobernador quién decide) sea la mejor para sus congéneres de la entidad. Felicito la propuesta de Estela Casados por su trayectoria académica y su trabajo social, en caso de que llegue a ser la nueva directora tendrá muchos riesgos que surfear, pero el primero y quizá el más importante: mantener la independencia dentro de la institucionalidad o volverse una ‘revolución’ civil institucionalizada. Eso sólo lo sabremos si ella es directora del IVM y será hasta el final de su gestión.

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